miércoles, 27 de marzo de 2013

Eligiendo a los cruzados

Al parecer, el Papa Francisco tiene un legítimo interés en restaurar el orden de valores cristianos que, entre otras cosas, fundó a la nación argentina. Por ello esta carta
Sr. Alfredo Olmedo
Diputado de la Nación
Buenos Aires 


Muy apreciado en Cristo: 

He recibido su atenta carta del 13 de marzo, con la que me expresa su cercanía y afecto con motivo de mi elección a la Cátedra de San Pedro. Le pido a Dios que le retribuya esta delicada atención con la generosidad y el amor que Él sabe.
Siga adelante con magnanimidad de corazón, buscando en todo momento servir con altas miras a todos los argentinos, para que avancen unidos y concordes por las sendas de la solidaridad, la paz y el justo progreso. Vuelvo a reiterarle un convencimiento que llevo clavado en el alma: No se olvide de trabajar por los niños, que tienen derecho a mirar el futuro con serenidad y esperanza; ni tampoco de los ancianos, a cuyo lado siempre se aprenden hermosas lecciones de vida. 
Le ruego que rece por mí. Ahora lo necesito más que nunca. Que Jesús lo bendiga y la Virgen Santa lo cuide. 
Muy cordialmente, 

Francisco

lunes, 25 de marzo de 2013

Los 200 de Güemes

El General Martín Miguel de Güemes murió un 17 de junio de 1821. Faltan aún unos años, por tanto, para que se conmemoren los doscientos años de su fallecimiento. Sin embargo el diputado Alfredo Olmedo propuso que la Nación emita un nuevo billete de 200 pesos con la efigie del ínclito militar salteño.  

La iniciativa, por supuesto, no es sólo para homenajear a unos de los mayores héroes de la Argentina sino que esconde también la intención de resolver el manejo cotidiano de dinero en un país hiperinflacionado como el nuestro. 

Una manera de celebrar el Bicentenario -el cual, gracias a la actitud mezquina de los kirchneristas, parece no estar aconteciendo- sería que el billete de 200 entre en circulación de una buena vez, proponiendo modelos nuevos que celebren los eventos en los cuáles la argentinidad se alzó gloriosa frente a quienes trataban de ahogarla.  

sábado, 23 de marzo de 2013

Peor que miserables

Hace unos días transcribí unos artículos en los que se comentaba la miserable reacción de los kirchneristas frente a la consagración de Jorge Bergoglio como nuevo Papa. Según el punto de vista de ellos, Francisco había llegado a la Cátedra de San Pedro para hacer esto:


Ahora, apenas unos días después, ese mismo ejército de militantes que se regocijaban al vituperar a Francisco ha dado un giro de 180 grados, y el Papa pasó de ser un cristiano que defendía todos los valores que ellos execran a ser, básicamente, un cristino que está en estrecha sintonía con sus desvaríos. 

Este artículo de Perfil resume la indignante e indigna hipocresía de esta gente:

De un día para el otro, el grueso de los funcionarios, dirigentes y personalidades kirchneristas pasaron de acusar al papa Francisco como "colaboracionista" de la última dictadura -entre otras cosas por "haber entregado" a dos curas a los militares- a, de forma sopresiva, elogiar los valores de Jorge Bergoglio, distancia con los Kirchner desde 2003.
El abrupto giro en el relato sobre el Sumo Pontífice quedó ejemplicado con los gestos presidenciales, el viraje del dirigente de MILES, Luis D'Elía, de Estela de Carlotto (Abuelas de Plaza de Mayo) y de Hebe de Bonafini (Madres) -quien asoció siempre al arzobispo Bergoglio con los militares- también del diario oficialista Página/12, así como hubo funcionarios y legisladores que esperaron las órdenes de la Presidenta -Juan Manuel Abal Medina, Héctor Timerman, Carlos Kunkel y Juan Cabandíe- para hablar en buenos términos de Francisco.
A las pocas horas de conocerse la histórica elección del primer papa argentino, Cristina Fernández de Kirchner felicitó de forma fría al nuevo Sumo Pontífice en un acto de Tecnópolis mientras militantes de La Cámpora lo silbaban. En ese momento, la Jefa de Estado no los desautorizó.
Su actitud fue completamente distinta cuando se enteró que sería la primera mandataria en entrevistarse con Francisco. En Roma, se mostró emocionada y hasta "sumisa", como la definió el periodista Luis Majul. Todo cambió en solo cuatro días.
Seis días después de la novedad histórica, el Jefe de gabinete Juan Manuel Abal Medina, negó el enojo cristinista con la elección de Bergoglio. "¿Cómo lo de Francisco puede ser algo malo?”, preguntó. "Inventan que estábamos enojados y después, como no lo estamos, dicen que cambiamos”, siguió.
El diputado Carlos Kunkel también esperó al momento apropiado para alabar a Francisco y celebró que el Sumo Pontífice sea "un discípulo de Perón". De la misma forma, el camporista Juan Cabandié -hijo de desaperecidos- elogió al Papa en la legislatura porteña. "Me parece genial que el Papa sea argentino, eso nos entusiasma. Como dijo nuestra Presidenta, un Papa que habla de la ‘Patria Grande’ es un Papa que nos entusiasma”, expresó. Antes, ni Kunkel ni Cabandié habían querido homenajearlo en el Congreso nacional o en la legislatura porteña.
Luis D'Elía fue el primer dirigente K en atacar a viva voz a Francisco. Desde Twitter comparó a Bergoglio con Juan Pablo II y su faceta de "imperilista para destruir la unión sudamericana". También lo ligó a la dictadura. A los pocos días, atenuó las críticas. Hasta que ayer desaparecieron. Sólo afirmó que "por su debate" el papa no vendrá a la Argentina antes de las legislativas de octubre.
Al día siguiente de la elección, Estela de Carlotto aseguró en una entrevista radial que Bergoglio "representa a esa Iglesia que oscureció la historia en nuestro país". Pero cuando los voceros K empezaron a callar sobre Francisco, Abuelas de Plaza de Mayo emitió un comunicado en el que sostenían que "no hablarían más" del tema. Hoy Carlotto insistió en que "no cambiaron el discurso" sobre el Papa.
La metamorfosis en el discurso sobre el exazorbispo porteño por parte de Hebe de Bonafini es mucho más marcada. La presidenta de Madres llamó "fascista" a Bergoglio en 2007, al año siguiente su agrupación tomó la Catedral y Hebe contó que debieron realizar sus necesidades detrás del altar "porque les clausuraron los baños".
La semana pasada, Bonafini dijo que "la Iglesia oficial es opresora" y que por eso las Madres se comunican "con los sacerdotes". Sin embargo, ayer señaló que se "sorprendió" por el vasto trabajo pastoral de Francisco.
También hubo excepciones en el universo K acerca del discurso sobre Bergoglio: el vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto, en el programa 6,7,8, el senador Aníbal Fernández -viajó a la asunción en el Vaticano- y Guillermo Moreno (pegó afiches celebrando al "primer papa peronista") fueron casi los únicos que respaldaron la elección del nuevo papa en un primer momento.
Sobre el programa militante de la TV Pública, su panelista Orlando Barone sorprendió el miércoles con un poema dedicado al Papa. Nego que fuera "opositor" después de cuestionar -junto a los otros panelistas- el papel de la Iglesia católica durante la última dictadura.
En lado opuesto del kirchnerismo, el espacio de intelectuales Carta Abierta, encabezado por el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, mantuvo su postura crítica con Jorge Bergoglio rechazando la etiqueta de "papa peronista" que le puso el secretario de Comercio pese al repentino cambio del discurso de la Casa Rosada.
La novia del vicepresidente Amado Boudou, la periodista Agustina Kämpfer, criticó en duros términos a Francisco y la Iglesia católica a través de Twitter apenas se conoció la elección del nuevo papa. Según reveló la revista Noticias, el giro discursivo del kirchnerismo al transcurrir los días habrían provocado por los tweets de Kämpfer diferencias hasta con el propio vicepresidente.

lunes, 18 de marzo de 2013

¿El Papa Francisco en Salta?

El diputado nacional Alfredo Olmedo invitó al papa Francisco a la celebración del Señor y Nuestra Señora del Milagro. 
La misiva de invitación que llevó el diputado salteño a su santidad, expresa en uno de sus párrafos que “el pueblo de Salta es parte del pueblo de Dios, practicantes con una profunda fe, y sería éste nuestro mayor anhelo que en esta Primavera luminosa de Nuestra Santa Iglesia, pueda su santidad visitarnos en la fiesta de celebración del Señor y Nuestra Señora del Milagro, quienes en procesión el 15 de septiembre de 1692 dieron alivio a los temblores de un terrible terremoto”. 
“Como su santidad conoce, esta celebración, como la de la Virgen de Lujan, son las más convocantes como comunidad de fe de Argentina”, expresó Olmedo en su misiva. Allí agrega que “la presencia de su santidad sería un bálsamo a nuestras crisis y dolores, afirmando la fe en estos difíciles momentos”. 

domingo, 17 de marzo de 2013

Los miserables


Tras haber conocido la reacción adversa de muchos habitantes de la Argentina sobre la designación del Cardenal Jorge Bergoglio como Sumo Pontífice de la cristiandad pude constatar que este país está lleno de gente violentamente resentida y ciegamente intolerante, es decir de miserables. 

De las muchas reflexiones que han circulado sobre el asunto, opto por estas dos, pues se asemejan bastante a mi punto de vista acerca del asunto.

Del diario La Nación: 
Un compatriota se ha convertido en el líder espiritual de 1200 millones de almas en el mundo y será por mucho tiempo una de las figuras más destacadas del universo. Es un momento único, necesariamente irrepetible. 
Según encuestas hechas sobre la marcha, un 98 por ciento de los argentinos está contento con el advenimiento del papa argentino. El papa Bergoglio será en adelante una referencia permanente para una inmensa mayoría de los ciudadanos de su país. El Pontífice ayudó inesperadamente a los argentinos a recuperar la autoestima nacional, perdida por un país que dio durante décadas malas noticias al mundo. Salvo en el momento inicial de la democracia, en 1983, antes y después sólo se habló de una nación cruel, donde la muerte era más importante que la vida. De un país de violaciones, de hiperinflaciones, de default, de confiscaciones, de pobreza y de un devastador sufrimiento social.
Una sombra imperceptible que salió de aquí lo manchó injustamente en el mundo. La Argentina habita el pasado, sea éste real o imaginario. Es imaginario en el caso de las acusaciones sobre el Papa y sus supuestas vinculaciones con la dictadura. La dictadura argentina tiene, con razón, mala fama mundial. El papa Bergoglio es una persona desconocida por la prensa y el gran público del exterior. Injustificadas informaciones originadas en la Argentina encontraron eco, quizás ingenuo, en gran parte del periodismo internacional. 
Es notable que quienes se proponen debilitarlo pertenezcan a la izquierda local muy cercana al kirchnerismo. Ningún testimonio serio de los años 70 señaló nunca a Bergoglio como cómplice de los militares. Tenía entonces sólo 35 años y ningún otro rango que el de simple cura. 
El Papa es un hombre honrado y humilde que habla de paz. El kirchnerismo lo consideró, por eso, extraño y lejano. Fue el principal inspirador del Diálogo Argentino, un esfuerzo de la Iglesia para frenar la crisis política, económica y social que estalló en la Navidad de 2001. El posterior kirchnerismo detestó aquel intento dialoguista. El Gobierno inscribe a Bergoglio como un enemigo. Muchas de las voces que se han levantado ahora para acusarlo responden directamente a la Casa de Gobierno. Ésta dejó hacer, por lo menos. El Papa hizo un gesto: recibirá mañana a Cristina en una audiencia especial. ¿Cambiarán las cosas? 
Están las broncas del pasado, que el kirchnerismo nunca olvida, y está el temor al futuro. La Argentina no será la misma con el papa Francisco, lo quiera éste o no. Hay cosas inevitables, más allá de la voluntad del vicario de Cristo. Su segura visita al país en algún momento de este año movilizará multitudes como no se han visto nunca. Multitudes que el kirchnerismo no controlará. 
La Iglesia argentina será también distinta mientras haya en Roma un papa argentino. Es fácilmente predecible que muchos argentinos se reencontrarán con el misterio de la fe y que los líderes religiosos locales tendrán un poder más grande que el que tuvieron hasta ahora. La palabra de la Iglesia recobrará un peso distinto y mayor. El kirchnerismo se siente desde ahora disputando un poder y un espacio que se le escapan sin remedio. Las cosas inesperadas tienen consecuencias inevitables hasta para el propio Papa. 
Del blog Relato del Presente
Como no podía ser menos, la Arquitecta Egipcia, Exitosa Abogada, Capitana de los Siete Mares y Hada Madrina de los Gnomos de la Patagonia, nos sorprendió nuevamente al hablar de pobreza y misión pastoral, como si fuera Santa Clara de Asís, pero sin haber dejado los lujos ni haber salido a caminar por los barrios marginales. De este modo, dirigiéndose al flamante Papa Francisco -al cual ninguneó, boludeó y dejó plantado mil veces- dijo que este gobierno siempre optó por los que menos tienen, y eso es lo que sus presuntos enemigos -incluyamos al Papa- no le perdonan. Toda una declaración de bienvenida. 
Los silbidos de la monada no se hicieron esperar y la réplica de los mismos llegó a las redes sociales, donde se difundió una foto en la que un supuesto Bergoglio le daba la comunión a Jorge Rafael Videla. Llegué a pensar que El Curioso Caso de Benjamin Button se inspiró en el nuevo Papa, dado que está más joven ahora, con 76 años, que a los 38, cuando habría sido tomada esa foto. Luego de caer en que, en realidad, el de la foto era el Capellán Militar de aquel entonces, arribé a la conclusión de que los talibanes kirchneristas tienen disociado el concepto tiempo-espacio y que, probablemente, sea real que crean que la dictadura terminó en 2003. 
Todos los que putean a Bergoglio sin saber quién es, deberían llamarse a silencio antes de demostrar que ven sus vidas en base a la cartelera pastoral del Gobierno, publicada en Página/12, Tiempo Argentino, Revista Veintitrés, y demás medios de la pluralidad de voces. Nadie en la historia del catolicismo llegó tan alto habiendo realizado su carrera en la calle, entre la gente, viajando en transporte público, pateando las villas, y molestando al propio poder eclesiástico con sus declaraciones, llegando a llamar hipócritas a quienes negaban el bautismo a hijos extramatrimoniales y de padres solteros. Y en este lado del mundo, no hubo nadie con poder eclesiástico que le diera tanta bola a la labor con los pobres, no sólo en evangelización, sino en contención social. Los datos con los que Bergoglio contó siempre, no los proporcionaba el Indec, sino la Vicaría que él mismo creó y de la cual se nutrieron las oficinas públicas para llevar a cabo las primeras tareas de contención de la pobreza. 
Obviamente, molesta. Que un Peronista de Guardia de Hierro venga a contarle las costillas a los Peronistas de Puerto Madero, molesta y mucho. Que lo haga desde la autoridad de poder hablar de los pobres, porque los conoce y no porque los ve en los actos aplaudiendo, molesta. Que pueda hablar de austeridad porque vivió sin lujos, mientras otros hablan de miseria desde un hotel cinco estrellas que aún nadie pudo justificar, jode. 
El anticlericalismo es mayormente urbano. En el interior de las provincias, la gente tiene cosas más importantes para preocuparse que por la Inquisición de hace un par de siglos, o por la pasión pederasta de varios sacerdotes. Al ateo intelectualizado, lo respeto y mucho. Hay que tener coraje para llevar una vida con la certeza de que nada nos espera después. De lo único que estoy convencido es que nadie vive sin dioses. Algunos tienen Fe en un ser superior y desconocido, otros en su intelecto, otros tantos en lo que hacen, pero todos se rigen por los parámetros impuestos por su educación, experiencia y formación de vida. 
Cada uno tiene sus motivos -más que valederos y respetables, la mayoría de ellos- para desconfiar de la conducción eclesiástica. Lo que me hace mear de risa es el fundamentalista religioso antireligión. Es el inquisidor de nuestros tiempos, el que sería capaz de batirte ante el tribunal por el sólo hecho de creer en algo distinto a lo que él cree. No dista mucho del fanático kirchnerista, talibán fundamentalista que desprecia a la Iglesia por misógina y conservadora, mientras defiende un pacto con una teocracia islámica. Son iguales que las viejas chupacirios que salen de la Iglesia al mediodía mandando a laburar a la mina que les pide una moneda, y putean al que se opone al testamento de Néstor, a las escrituras de Santa Cristina de Tolosa y a la obra evangelizadora de los apóstoles camporistas, financiados por el diezmo compulsivo de los que creen y de los que no. Así andan por la vida llamando gorilas a simples laburantes y cipayos a los que no creen en su doctrina, la cual ya ni cuestionan, dado que ello llevaría a no poder justificar muchas cosas. En cambio, aceptarla como un dogma, relaja y mucho. Cualquier cosa se justifica en la medida de que Cristina dice que así lo dijo Él. 
Creen en la farsa política más grande que pueda haber, pero desprecian por farsa la creencia religiosa de miles de millones, exigiéndole al Papa lo que no le exigen a su propia Papisa: austeridad antes de hablar de pobreza. Ahí tienen un Papa austero. Lo que vaya a hacer de ahora en más, nadie lo sabe, pero no por eso vamos a negarle a buena parte de la humanidad la esperanza de creer en un cambio. Todo se reduce a una cuestión de Fe, como llegar a fin de mes o soñar con la casa propia sin esperar a heredarla. Y es que en los últimos diez años vimos más cambios en el Vaticano que en la Rosada, lo cual no es poco.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Un nuevo Papa, la misma lucha

En diálogo con El Intransigente el legislador Alfredo Olmedo aseguró que "la designación de Bergoglio como Papa es una bendición para nuestra Argentina. Dios ha iluminado nuestro país dándole la conducción de la Iglesia a un hombre que va a luchar por la familia y a favor de la vida", manifestó.  
"Me llena de orgullo haberle podido entregar mis proyectos a un hombre que comparte estos ideales, que tiene un gran compromiso por la vida y la familia, un argentino que desde su nueva posicion logrará grandes cambios a favor de estos valores", argumentó.

sábado, 9 de marzo de 2013

Los juegos políticos

El Intransigente
Rodolfo Urtubey, Coordinador del Fondo de Reparación Histórica, se refirió a la imagen del actual Diputado nacional Alfredo Olmedo y destacó que "tranquilamente puede ser Gobernador de Salta".

El Coordinador del FRH dijo tener coincidencias y que "lo que nos une es un interés común de la política".
Además aseguró respetar el hecho de que "Olmedo podría haberse quedado a administrar la fortuna de su familia pero optó por la política que es lo que lo apasiona, yo rescato esa posición".
Finalmente consideró que que el Diputado “tendrá que buscar un espacio entre el modelo político de Juan Carlos Romero y el modelo político de Juan Manuel Urtubey. Por ahí podrá mostrar un aspecto original que le de una personalidad en esta disputa".
¿Cómo interpretar estas palabras? 

Alguien incauto podría sostener que Urtubey está reconociendo su afinidad con Olmedo, pues en realidad habría alguna lealtad superior que los hace coincidir en el mismo espacio (el eufemístico "interés común de la política" del que habla el hermano del gobernador). 

Sin embargo lo que está diciendo Urtubey queda en claro cuando sostiene que quiere que Olmedo se defina como romerista o como urtubeycista, como opositor o como oficialista. El elogio sólo es un burdo intento para convocar a Olmedo a una de esas negociaciones que tanto abundan en el mundo de la política a la hora de disputar cargos electivos, pues Urtubey -debido a los números que figuran en las encuestas que circulan en Salta- se está quedando fuera del Senado a menos que haga algo drástico. Es decir, hoy por hoy, Alfredo Olmedo tiene una leve ventaja en la intención de voto por sobre Juan Carlos Romero, quedando Rodolfo Urtubey en un lejano tercer lugar; de allí la necesidad de este último aspirante a dar un golpe de efecto para conseguirse un lugar. 

La ambición del pejotismo pretende arrastrar a Olmedo a las prácticas clásicas de la política. Rodolfo Urtubey, con su actitud tan típica de aquella gente que vive para que el Estado le financie su vida, ha dado a entender que Olmedo no "es original"... y dio en el clavo. No "ser original", en el lenguaje que estos politiqueros hablan, significa que él es un hombre sin sutilezas ni ambigüedades, un salteño más que quiere lo mejor para Salta, un hombre del pueblo que no habla como político sino como ciudadano, alguien que no juega a la política sino que la pone al servicio de la gente. 

viernes, 1 de marzo de 2013

El primero y el último

Walter Wayar habló de Alfredo Olmedo y dijo
“Si decimos en el recinto él [Olmedo] está en la última banca y yo [Wayar] en la primera". 
Yo creo que está en lo cierto. La última banca es la que está más cerca de la puerta, y por tanto está más cerca de la voz del pueblo. La primera, por el contrario, es la que está más alejada de la calle, de la gente y de la realidad cotidiana, pero es, claro, la que está más cerca de los rumores, las intrigas y los negociados políticos.