miércoles, 26 de febrero de 2014

Las banderas del barrio

Edgardo Depetri, un Diputado Nacional perteneciente al kirchnerismo bonaerense, al parecer, se encuentra trabajando en la elaboración de una ley que beneficie a los clubes barriales
Los destinatarios de este proyecto son las entidades deportivas no afiliadas a AFA, y a través del mismo se busca que se reconozca el derecho a la formación de los deportistas iniciados en los clubes de barrio, así como también una tarifa diferencial en los servicios de luz, gas y agua, el derecho a la propiedad para aquellos que tengan sus sedes construidas en terrenos fiscales, declarar inembargables los bienes de los clubes y fomentar el acceso a créditos blandos.
El Diputado Nacional (MC) Alfredo Olmedo presentó en su momento un proyecto de ley similar. En el mismo se proponía que el Estado abone las cuotas de cada socio de un club barrial, para que el costo de aquel (niño, adulto o anciano) que quiera practicar deportes en sus instalaciones sea de 0 pesos para su bolsillo. 

Ahora Depetri retoma la iniciativa olmediana, pero poniendo el énfasis en la institución y no en el individuo. Es decir lo que Olmedo proponía es crear un mecanismo para que los clubes realicen proselitismo para captar afiliados, mientras que lo que Depetri está planteando es que la dirigencia de un club barrial cuente con subsidios y regímenes especiales de propiedad que le permitan operar a lo largo del tiempo sin el temor de tener que atravesar problemas económicos. El cambio de óptica es significativo: el club olmediano es invitado a que saque sus banderas a las calles para atraer a la gente a sus instalaciones y recibir así los beneficios que otorga la ley, mientras que el club depetriano sólo debe sentarse a ver cómo suceden las cosas ante si y sólo por eso ya será un beneficiario. 

Creo que está de más decir que hay dos proyectos de sociedad completamente distintos en torno al mismo proyecto de ayudar a los clubes de barrio. Uno propone la novedad, el otro sostiene más de lo mismo. Uno propone vivir el espíritu del barrio, el otro propone lucrar a partir de ello. 

jueves, 20 de febrero de 2014

Marcelo Lami, el Berni salteño

Después de la patética tragicomedia de Rossi y Berni, Salta demuestra que tiene funcionarios tan o más infames que esos dos kirchneristas. 

Me refiero, claro, a la polémica entre el Juez Raúl Reynoso y el Comisario Marcelo Lami. Reynoso, un hombre que lleva años tratando de administrar justicia en el norte provincial, dijo en la radio:
“la gente común no tiene porque saber que cuando se habla de cocina de droga hay diferentes tipos de laboratorio donde se puede hacer droga. En nuestro caso podemos hablar de cocinas en el monte donde se utiliza la hoja de coca natural y se agregan precursores químicos”
El Juez Federal, que lleva nueve años trabajando en Orán, habla desde su experiencia. No está teorizando ni recogiendo rumores, simplemente dice qué en Salta si se produce droga, ya que -como él mismo lo constató- toman hojas de coca y la transforman en pasta base, un veneno conocido como "paco" que está matando a miles de salteños en este mismo momento, especialmente a los jóvenes (como señala Alfredo Olmedo). 

Sin embargo no tardó en aparecer alguien del gobierno a desmentir la evidencia. Lo curioso es que, en este caso, no fue uno de esos ministros o secretarios urtubeycistas que mucho cobran y poco hacen, sino que la defensa de lo indefendible la hizo el Jefe de la Policía Provincial, el Comisario Marcelo Lami. Concretamente Lami afirmó que él desconoce la existencia de fábricas de pasta base en Salta. Ello, obviamente, es gravísimo. 

Mientras que Reynoso sostiene que, en efecto, han encontrado en la provincia más de un laboratorio donde se produce la muerte, Lami, un jefe territorial al que le pagan por mantener la paz y combatir el crimen, lo ignora por completo. Este Lami es como Berni, sólo que peor. 

martes, 18 de febrero de 2014

Rossi y Berni: parte del problema

¿Kontradicciones?
Como era de esperarse, Agustín Rossi fue desautorizado por el gobierno creador de espejismos que lamentablemente tenemos

Rossi es santafesino. Santa Fe está padeciendo del crecimiento de la violencia que, inevitablemente, el negocio del narcotráfico porta consigo. Entonces al brillante Minsitro de Defensa de la Nación se le ocurrió decir que quienes le quitaron la gobernación de su provincia en las elecciones de 2011 son los responsables de que la Argentina haya empezado a producir y consumir drogas al por mayor. Es decir, para ensuciar a sus adversarios políticos, Rossi no vaciló en culparlos de haber provocado un problema gigantesco en el país.

De todos modos es bastante obvio que Santa Fe no es un Estado Libre Asociado a la Argentina, sino una parte de la misma. Por tanto si en esa provincia hay producción y consumo, ello significa que también lo hay en el resto del país (sobre todo porque el combate al narcotráfico es una responsabilidad que fundamentalmente le corresponde asumir al gobierno Nacional).  

Ante el incendio que Rossi había generado en la opinión pública, el Secretario de Seguridad de la Nación, es decir el médico Sergio Berni, salió a apagarlo. Pero para hacerlo, este siniestro personaje no tuvo mejor idea que arrojar nafta: pidió legalizar a la marihuana

Curioso modo de resolver un problema: quitarle el rótulo de problemático. En lugar de trabajar para que en la Argentina no quede uno solo que sienta deseos de fumar marihuana (vale decir en lugar de resolver el problema del consumo de cannabis), lo que Berni propone es armar un negocio millonario con quienes deciden estupidizarse y poner en riesgo su vida (o sea el funcionario propone que todo el dinero que manejan los mercaderes de la muerte se divida entre el Estado y los capitalistas amigos del gobierno). 

A primera vista pareciera ser que lo de Berni es mucho más grave que lo de Rossi. Empero, yo lo veo como dos caras de la misma moneda: Rossi culpó a los opositores de abrirles las puertas al imperialismo de las drogas que convirtió a la Argentina en un país productor de muerte, mientras que Berni propone combatir a ese imperialismo con focos locales para autoabastecer no industrial sino artesanalmente a los adictos. Es claro que a estos sujetos no les interesa combatir a las drogas y al narcotráfico, sólo les interesa diseñar el modo en que ellos administren ambos asuntos para beneficio personal. 

lunes, 17 de febrero de 2014

La transparencia no es un lujo sino una necesidad

Sembrando transparencia, cosechando enemigos

Desde que asumió su banca de Diputado Provincial, Carlos Zapata está llevando a cabo una cruzada a favor de la transparencia. Me parece algo esencial: la transparencia no es un lujo sino una necesidad. Estamos tan mal acostumbrados a vivir a la sombra de un Estado que es administrado del modo más turbio posible, que cuestiones básicas como eso de que sólo debe recibir dinero del erario público aquel que hizo algo meritorio para ello las juzgamos como una extravagancia. 

Ahora Zapata apunta directamente contra los políticos locales. Ello, por supuesto, le está generando enemistades de todo tipo. 

El incompatible

Contra uno de los que Zapata cargó fue contra Abel Ramos, un hombre del PJ salteño que en las últimas elecciones habría estado promoviendo un descarado e ilegal clientelismo para ser votado. Sucede que Ramos (al igual que Jorge Guaymás y Pedro Serrudo) es un dirigente sindical que oficia como funcionario público, lo que significa que hay una incompatibilidad de jure, ya que un parlamentario no puede patrocinar a intereses profesionales contra el Estado y un sindicalista si. 

La Corte de Justicia de Salta, sin embargo, le señaló a Zapata (después de que nuestro Diputado la consultase) que no existe un auténtico conflicto. Lo que pasa es que el tema de los "diputados-sindicalistas" es una cuestión muy discutible. Un representante del pueblo es elegido en su cargo para representar a quienes lo votaron y para trabajar en pos del Bien Común: esto implica que por encima de los intereses de su sector está el interés general, y ello debe quedar perfectamente claro. Esa es la base del parlamentarismo, sistema que es diferente al de los cuerpos corporativos. Por tanto creo que Zapata ha hecho bien al abordar este tema y traer a la luz pública el asunto del corporativismo social que divide y segmenta a una sociedad dinámica como es la nuestra.

Amigo de Suriani pero más amigo de la Justicia

Otro de los que cayó bajo la lupa de Zapata fue Andrés Suriani, hombre que se presentó en las pasadas elecciones de noviembre usando la lista de Salta Somos Todos. Al parecer nuestro Diputado encontró que Suriani es empleado de la Municipalidad de Salta, al mismo tiempo que el municipio le expide un cheque mensual en calidad de pauta publicitaria para financiar el programa de radio que conduce el ex-candidato a Senador Provincial. Ello es, en principio, irregular, así que Zapata ha solicitado que se aclare la situación.

Muchos juzgaron ese gesto como una suerte de pelea entre olmedistas y ex-olmedistas, pero por la falta de agresividad que se percibe en Zapata hace pensar más bien que lo que prima es el deseo de acabar con malos entendidos y ordenar las cosas en beneficio de los contribuyentes.

El pez gordo

FInalmente, contra quien más enérgico se mostró Zapata fue contra la Intendencia de la ciudad de Salta. Básicamente nuestro Diputado hizo un pedido de que se audite con urgencia a la oficina, puesto que hay más de una causa judicial en su contra por malversación de fondos y poco se ha hecho para aclarar las cosas. 

Mientras Miguel Isa carnavalea y comienza a planear su futuro político, Carlos Zapata trabaja por la transparencia que los salteños nos merecemos. 

sábado, 15 de febrero de 2014

Los sincericidios

El gobierno nacional dio a conocer el nuevo índice de inflación y el número que anunció el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) impactó por la sorpresa. La cifra de una suba de precios de 3,7% para enero es el primer paso hacia un sinceramiento sobre las estadísticas del país, luego de siete años de intervención del instituto.

Ministro A. Rossi
Junto al sinceramiento económico, el gobierno nacional hizo un segundo sinceramiento: el del problema narco. Agustín Rossi, el Ministro de Defensa, reconoció que la Argentina dejó de ser un país “tránsito” de drogas para pasar a ser un país de “consumo y elaboración”. Antaño, en la Argentina las drogas ingresaban por la frontera Norte, y luego bajaban hacia los puertos y aeropuertos del Sur, para ser enviadas desde allí a Europa o a Norteamérica. Ahora -aunque es algo que viene aconteciendo desde hace treinta años de manera paulatina- la droga ingresa por el mismo lugar de siempre, sólo que se suma a la droga que ha sido producida en el país, y luego se distribuye de manera tal que la mitad cubra la demanda del mercado interno, y la otra mitad parta con destino al extranjero. 

Lo que es bastante obvio es que los que gobiernan hoy en día llevan, como mínimo, diez años haciéndolo (algunos, un gran número de ellos a decir verdad, llevan más de una década en el poder): ¿en todo este tiempo no pudieron hacer algo para evitar que la peste de las drogas intoxique a nuestros compatriotas?  

Al reconocer Rossi lo que ya todos sabíamos por ser más que obvio, está reconociendo también, por un lado, su incompetencia para lidiar con un asunto tan grave como este, y, por el otro lado, acepta además su responsabilidad, por más que intente minimizarla acusando a los corruptos que infectan las fuerzas de seguridad del país. 

Sería bueno que estos sinceramientos sean también sinceridios, y quienes gobiernan tengan la grandeza de dar un paso al costado en las áreas que no pueden controlar, para que gente más capacitada pueda apagar los incendios que ellos han alimentado. 

Las desventuras del voto electrónico en Salta

El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) realizó un informe sobre la experiencia del voto electrónico en Salta y señaló algo interesante:
Según un informe oficial que envió el CIPPEC, institución que siguió de cerca el proceso del voto electrónico en Salta, la crítica principal tiene que ver con la falta de capacitación a los electores. 
Así lo informó la secretaria del Tribunal Electoral, Teresa Ovejero, quien explicó que el informe sostiene que la capacitación debe darse por sectores, es decir por franjas etarias y lugares, ya que en las elecciones pasadas se observó que los mayores de 50 años tuvieron dificultad para votar.
Yo creo que, en lugar de estar llevando a jubilados a tomar clases de voto electrónico, debería habilitarse la opción del voto tradicional como alternativa. Es decir, si el día de la elecciones alguien opta por no votar electrónicamente entonces debería tener acceso a un sobre y una papeleta única en la que figuren todos los candidatos. Eso garantizaría la total ausencia de conflictos a la hora de votar, cosa que el sistema de electrovoto, por más que impulse la capacitación, no puede garantizar. 

martes, 11 de febrero de 2014

Los caminos que conducen a Roma

El fin de semana pasado, el diario La Nación informó que Carlos Tomada -el actual Ministro de Trabajo argentino- junto a un par de líderes sindicales y empresariales se iban a reunir en el Vaticano con el Papa Francisco, para establecer así una mesa de diálogo cuyo objetivo sería el de consensuar propuestas para garantizar la paz social en nuestro país. 

La iniciativa parecía una cosa interesante, más aún tomando en cuenta que el influyente diario afirmaba que el propio Papa había realizado la invitación. Sin embargo, al poco tiempo apareció una periodista que es amiga personal del Santo Padre diciendo que todo se trataba de una confusión, y que el mentado encuentro no estaba en la agenda vaticana. 

Hay gente que se ha desilusionado al enterarse de que el Papa Francisco al final no está involucrándose en la vida cotidiana argentina activamente, como bien lo hacía cuando era el Cardenal Jorge Bergoglio. En lo personal creo que no hace falta que el Papa Francisco convoque a una mesa de diálogo en el Vaticano para discutir los problemas argentinos: nuestros políticos y referentes socioeconómicos bien pueden fortalecer el diálogo y el acuerdo sin irse hasta Europa. Con ello, claro, no estoy proponiendo que la Iglesia Católica no se involucre, sino todo lo contrario: en el país sobran sacerdotes de espíritu "franciscano" que pueden reproducir lo que el Papa Francisco piensa sobre las cuestiones sociales y dar sabios consejos. El tema pasa, ciertamente, por cuan dispuestos están los argentinos a escuchar al Santo Padre y, sobre todo, a vivenciar su mensaje. Si cada político argentino que viaja a Roma para sacarse una foto con el Papa (y la lista es interminable y variopinta, pues incluye a Juan Carlos Romero, Juan Cabandié, Miguel Isa, Hermes Binner, Jorge Capitanich, y un largo etcétera) se compromete a obrar cristianamente, a cultivar la virtud y a experimentar el amor al prójimo, entonces Argentina podría frenar su actual desmoronamiento.  

lunes, 10 de febrero de 2014

Espejismos

El año pasado, Alfredo Olmedo propuso que se emita un billete de 200 pesos con el rostro del General Güemes. Un poco antes, en 2012, el ex-Diputado Nacional había pedido que se fabrique un billete de 500 pesos con la imagen de las Islas Malvinas. De más está decir que ambos proyectos quedaron cajoneados. ¿Por qué? Porque discutirlos implicaba aceptar el fracaso económico que se vive en la Argentina, implicaba aceptar que la inflación nos consume día a día. Entonces, simplemente para negar la realidad, era necesario defender la idea de que el billete de 100, así y como está, es lo suficientemente poderoso como para facilitar todas las transacciones económicas que acontecen a diario en nuestro país.  

Hoy en día nos enteramos de que muchos billetes de 100 llevan escrita la palabra "desierto" con C de casa. Esto me lleva a pensar que es tan falsa la realidad que el kirchnerismo ha inventado, es todo tan similar a un espejismo en el desierto, que ni siquiera ellos pueden mantener las apariencias. 

Decierto de ideas