En Sembrando Progreso -un libro
que ya cumplió los 15 años desde que fuese editado por primera vez- Juan Manuel
Urtubey habla sobre la importancia que la empresa privada tiene en el mundo
contemporáneo. Hoy en día parece haber revertido su mirada, pues desde hace
unos meses que el Gobernador promueve una campaña estatizadora en Salta. Así la ruta que administraba Aunor o el tren que administraba Ecotren pasaron a manos
del Estado provincial. Con el tren todavía no se sabe bien que sucederá, pero a
la ruta ya la convirtieron en un espacio gratuito, eliminando los peajes que
antes cobraban para levantar las barreras.
Ese es otro rasgo característico del autor de Sembrando Progreso: la demagogia de lo gratuito (pues junto a las
rutas, en Salta los jubilados y los estudiantes ya no pagan boleto de
colectivo). El problema es que lo gratuito no existe, y eso bien lo sabe
Urtubey. Siempre alguien paga por lo que pareciera no tener precio, pues sólo
unos pocos salteños viven de la caza y la recolección, un tanto alejados del
sistema capitalista.
De todos modos la fiebre estatizadora urtubeycista tiene un gran
problema: la omisión de la banca provincial. En Salta quien maneja las finanzas
del Estado es el Grupo Macro, que encabeza Jorge Brito. La rotunda negativa a revisar
lo hecho por el banco le garantiza la continuidad en el territorio de la
provincia. Esto equivale a una falta de transparencia absoluta.
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