Adelaida Terán es la médica que
interrumpió una conferencia del Chaqueño Palavecino en la ciudad de Tartagal.
Desde hace meses esta mujer protesta en contra de las autoridades del Hospital
Juan Domingo Perón, denunciando todo tipo de irregularidades: desmanejos
presupuestarios que desembocan en la escasez de insumos, negligencia médica
deliberada que se traduce en una pésima atención a los pacientes y hasta la
existencia de una genocida industria clandestina del aborto.
Muchos salteños apoyan a la mujer
–algunos hasta la acompañaron durante la huelga de hambre que realizó en el
hospital. Sin embargo no faltaron los que, a través de las redes sociales,
pusieron en duda la salud mental de la médica, recordando que hace unos años
protagonizó un extraño episodio que la policía calificó de “intento de
suicidio” (cuando en realidad había habido indicios de que la mujer fue
presionada y amenazada por alguien que la quería silenciada).
El episodio contra el Chaqueño
Palavecino fue sólo una batalla más de la cruzada de la doctora Terán, que ahora fue reubicada en la localidad de Embarcación, para alejarla del ambiente
hostil del Hospital Juan Domingo Perón. Por ello asombra un poco la reacción
del cantor, quien, ante la aparición de la médica, se mostró indolente y hasta
intentó discutir con ella.
Los apologistas de Palavecino
recordaron el hecho de que la conferencia de prensa interrumpida por la doctora
Terán era para anunciar la realización del Festival Trichaco, el cual tiene
fines solidarios, ya que parte de lo recaudado –según lo que afirman sus
organizadores– es donado a diversas escuelas rurales del norte salteño.
Los “chaqueñistas” incluso fueron
más lejos al destacar que Palavecino es un artista de vocación solidaria que
emplea sus recursos y energías para favorecer a su comunidad. Sin embargo ese
discursillo omite un hecho fundamental: durante la conferencia de prensa quien
estuvo sentado al lado de Palavecino fue nada más y nada menos que Sergio
Leavy, el actual Intendente de Tartagal.
En efecto, Leavy es uno de los
personajes más nefastos de la política salteña. El prontuario de este sujeto es
interminable, y, obviamente, lo más grave de su figura es su incapacidad para
justificar el crecimiento meteórico de su patrimonio en los últimos ocho años. Que
Leavy haya estado sentado al lado de Palavecino le da todo el derecho a la
doctora Terán a hacer lo que hizo, ya que es el propio cantor el que está
rompiendo el límite entre lo público y lo privado.
Espero que Adelaida Terán nunca
se calle, espero que siga gritando. Pero espero también que Salta (y todo el país)
la escuche.
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